Desde que se inventó el proceso fotográfico en el siglo XIX y se popularizó a través de los años al bajar sus costos y hacerse más accesible a la mayoría de los bolsillos, los retratos individuales y grupales, los paisajes, las imágenes históricas y periodísticas han estado formando parte del legado familiar e histórico de la humanidad.
En los museos, archivos privados y públicos y en las bibliotecas de todo el mundo al igual que en los hogares de las distintas culturas existen fotografías entrañables que constituyen testimonios gráficos invaluables de aquellos recuerdos que cuentan las historias de la vida de las personas y de los países.
Lamentablemente el paso del tiempo, las condiciones climáticas adversas e incluso acontecimientos extremos como guerras, inundaciones, terremotos, naufragios, emigraciones y demás hechos de la vida humana afectan considerablemente el estado y la calidad de los recuerdos fotográficos tanto familiares como históricos.
Sin embargo, gracias a todos los avances tecnológicos que se han alcanzado en las últimas décadas es cada vez más sencillo rescatar estas imágenes de manera digital, sin afectar el material original y así preservar aquellas fotografías que representan la memoria colectiva familiar y social de las naciones.
